La Quesería Maliciosa es una pequeña quesería artesanal en las cercanías de El Boalo en la Cuenca Alta del Manzanares que pertenece al Parque Regional de la Serra de Guadarrama. Ya lleva ya cuatro años funcionando. En este artículo descubrirás un proyecto fascinante.
No hay mal que por bien no venga
Hablar de la Quesería Maliciosa es hablar de María Jesús Carrasco, su dueña. Es una persona muy entrañable y me reveló en la entrevista su curiosa trayectoria. María Jesús nació en Elche/Alicante en los años setenta. Siempre se ha considerado una persona con muchas inquietudes. Se decidió estudiar Ingeniería Forestal en el Escuela Superior de Ingenieros y de Montes de Albacete. Sin embargo, nunca ejerció de Ingeniera, aunque probablemente sus conocimientos y capacidades adquiridas en su carrera han tenido algo que ver a que llegara a fundar la quesería.
No obstante, cosas de la vida, dio un rodeo de 15 años al surgir la oportunidad de trabajar en una multinacional de Madrid en el sector aeroespacial y técnico. Sin embargo, esa forma de vida no le terminaba de satisfacer y sobretodo no encajaba con sus valores y expectativas de vida. Aun así, no se atrevió a tomar la decisión de arriesgar y abandonar una situación cómoda (al menos económicamente). Otra duda era ¿a qué otra cosa podría dedicarse?
En todo este tiempo no perdió nunca el contacto con lo que realmente le gustaba: el mundo rural, la naturaleza y la montaña. Vino a vivir a la Sierra de Madrid y en el año 2013, junto con unos amigos, alquilan una finca en Navacerrada, donde tenían una huerta y llegaron a tener un pequeño rebaño de ovejas.
Lo que comenzó como un hobby dio un giro radical en abril del 2015, cuando la despiden. Había llegado el momento de replantearse la vida a los cuarenta y dos años. María Jesús se propone tomar un camino que “tiene corazón” aunque sea un camino con muchas dificultades e incertidumbres, como podrá confirmar cualquier persona que emprende.
La maduración de la idea
Casualmente, unos meses antes de quedarse en paro había visto en televisión un programa sobre la Escuela de Pastores de Asturias que le encantó.
Así que se decidió y tan solo dos semanas después de quedarse sin trabajo a iniciar la formación teórica del programa. Ahí fue la primera vez que oyó hablar de quesos y se quedó fascinada por ese mundo tan complejo y a la vez tan maravilloso.
Regresó a casa con el claro convencimiento de querer hacer de esto una opción de vida para ella. Así que empezó a autoformarme y a asistir a otros cursos sobre la tecnología del queso en Bilbao y Santander.
Se apuntó a la Red de Queserías Artesanas y de Campo (QRED) que ha sido una ayuda inestimable para llegar donde está ahora. Visitó queserías y compartió experiencias, conocimientos, dudas e inquietudes con otros amigos queseros, ganaderos y emprendedores.
Comenzó a buscar opciones para instalar la quesería en la Sierra de Madrid. Pero el proyecto no salió a la primera. Ha tenido que vencer cuatro intentos frustrados hasta que la idea cuajó. Es difícil emprender en el mundo rural hoy en día, dado que no hay suficientes facilidades para los emprendedores que quieren cuidar el entorno. ¡Lo bueno a veces se hace esperar!
Pero, por fin, en el 2017 surgió una oportunidad fantástica en El Boalo. Aquí, el Ayuntamiento iba a poner en marcha un proyecto de formar un “Rebaño Municipal de Cabra de Guadarrama” que forma parte de un proyecto más amplio de gestión sostenible de residuos urbanos. Le dieron la oportunidad de montar la quesería en las instalaciones del rebaño y además de aprovechar la leche de las cabras para elaborar sus quesos.
El planteamiento del proyecto de la quesería
María Jesús tenía claro que quería hacer algo sostenible. El planteamiento de su quesería se basaría en cinco ejes centrales:
Lo que buscaba era:
- Emprender un proyecto personal en el que poder disfrutar del trabajo artesanal, haciendo algo «tangible» y en el que poder aplicar mis valores.
- Incentivar la economía circular. Está claro que el sistema alimentario actual no responde a las necesidades económicas, sociales y medioambientales y por supuesto no es en absoluto sostenible. Con la quesería podría aportar valor ofreciendo un producto de calidad, sostenible con el entorno y de proximidad, que al mismo tiempo compatibilizara “lo artesano” con los medios y conocimientos que hoy en día tenemos a nuestro alcance
- En un futuro crear puestos de trabajo directa e indirectamente, generando la posibilidad de que se establezcan ganaderías orientadas a la producción láctea.
- A partir de aquí y teniendo en cuenta de que partía totalmente de cero, surgieron cantidad de preguntas a las que había que dar respuestas concretas. Esto es en realidad lo que significa para ella «emprender».
No ha sido un proceso sencillo, cada decisión tomada ha implicado también una renuncia y en algunos casos han sido renuncias importantes. Sin embargo, han sido unos años de muchos aprendizajes, de salir de la zona de confort en ocasiones “a tortas”, de ilusión, de muchos encuentros y también de separaciones, en definitiva, de crecimiento.
La fundación de la Quesería Artesanal Maliciosa
Después de buscar mucho, María Jesús conoció el proyecto del Rebaño Municipal de Cabra de Guadarrama que se iba a montar en El Boalo. Aquí si encontró todos los apoyos para poder montar su quesería. Firmó un convenio de colaboración con el Ayuntamiento en el que se contemplaba la compra de la leche del rebaño municipal de cabras. También le permitieron construir su quesería en terrenos municipales que antiguamente habían sido una vaquería y para seguir en la línea de hacer algo sostenible con el medio ambiente se decidió por comprar cuatro contenedores de transporte marítimo de segunda mano. Los adaptó y acondicionó perfectamente para conseguir un entorno totalmente higiénico.
Para poder construir las instalaciones, capitalizó el paro, invirtió sus ahorros y solicitó una subvención de los fondos europeos FEADER para industrias agroalimentarias. Como nombre eligió “Maliciosa”, en honor a la montaña que preside la región.
La producción de un manjar de dioses
En este momento, María Jesús elabora en su Quesería Artesanal Maliciosa cuatro tipos de quesos diferentes:
- Queso fresco de El Boalo
- Queso tipo Brie (corteza natural, ajo y finas hierbas, pimentón de la Vera ahumado)
- Queso curado
- Queso Camembert
Estos quesos se pueden adquirir en tamaño grande y pequeño.
En la actualidad, el rebaño municipal de El Boalo ha dejado de producir leche, pero la materia prima la sigue adquiriendo de ganaderos con rebaños que salen a pastar por las inmediaciones del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
Para sus quesos mezcla la leche de cabra de Guadarrama de un ganadero de Cercedilla con leche de vaca frisona que compra a un ganadero del pueblo vecino Mataelpino.
El objetivo a medio plazo es elaborar quesos puros de cabra y de vaca.
La producción aún es muy pequeña. Se basa en una cuba de 200 litros y hace dos elaboraciones por semana. El plan es ir aumentando la producción poco a poco.
Actualmente, la distribución es más bien local y comarcal en ventas directas y en establecimientos de la zona (comercios, restaurantes, hoteles rurales y grupos de consumo). A partir de ahora, también puedes comprar estos quesos ricos a través de nuestra tienda online de Madrid natural y artesanal.
Reflexiones finales
María Jesús está muy contenta de haber dado este paso de fundar la Quesería Artesanal Maliciosa. Me comenta: «Si no hay coherencia entre lo que haces, lo que sientes y lo que piensas, acabas convirtiéndote en alguien que no eres tú.» Ahora sí ha encontrado un camino que «tiene corazón».
Aunque el trabajo de la quesería es físicamente mucho más agotador que el trabajo anterior, es una forma digna y muy gratificante de realizarse a sí misma. Es otra forma de relacionarse con el trabajo y cada día hay un reto. Ahora se despierta con ganas de ir a trabajar. En resumen, se siente una privilegiada por poder hacer algo tan bonito en un entorno maravilloso y con personas con las que comparte valores y formas de ver la vida.
Se siente una empresaria rural que ha aprendido a prescindir de cosas superfluas. «Ahora el poco maquillaje que uso lo compro en el supermercado y cambio de zapatillas cuando las gasto.»